Abusos y racismo contra la raza indígena en Latinoamérica.
Latinoamérica siempre ha sido foco de controversias, llamado de mala manera como en continente tercer mundista, ante los ojos de críticos, por no solucionar asertiva los conflictos sociales, culturales y éticos.
Estando estos estrechamente ligados entre sí, porque están los pueblos indígenas presentes de manera tangibles, quienes han solicitado ante los gobiernos, organizaciones y legislaciones se les escuche.
Y esta representación habla en nombre de un grueso considerable de la población indígena, llena de abusos, discriminación y racismo por ya el tiempo suficiente.
Muchos son los grupos indígenas que la sociedad ha obligado a desaparecer, quizás como consecuencia de querer adaptarse, ser aceptados y mantenerse en una sociedad tan dura, con inclinaciones de un racismo silencioso, dificultando incluso la cultura.
Raza indígena en Latinoamérica.
Actualmente se tienen conocimientos de la existencia de al menos 520 etnias indígenas en Latinoamérica, estas se encuentran dispersas a lo largo y ancho de todos los distintos países que conforman Latinoamérica. Muchas de ellas viven una dura lucha por mantener sus costumbres, creencias y religiones, sumado a la peligrosa influenza de la cercanía de las ciudades.
Muchas de estas razas indígenas guardan estrecha relación entre si, con otros grupos, así pues comparten grandes conocimientos de la naturaleza usando las plantas como ungüentos medicinales, son cazadores, agricultores, así mismo, nómadas o sedentarios.
La cultura y creencias son variadas, estas se encuentran llenas de politeísmo con costumbres que resultan difíciles de comprender por el común no-indígena.
El desconocimiento ante las situaciones que culturalmente para ellos están bien aceptadas, crea un rechazo de manera involuntaria, pero este es por desconocimiento, a tal razón a mayor sean la cultura o el conocimiento mayor será la aceptación.
¿Qué se considera un abuso, contra la raza indígena?
Socialmente un abuso se define como la acción inflexiva de un daño, y así este daño puede ser de manera física y psíquica, esto por una parte que ejerce presión, que se pondera por encima de quien recibe la inflexión, causa así amenaza, en base al peligro que pudiese acontecer, por la acción de abusar.
Distintas investigaciones han hecho notar que las desigualdades en las razas indígenas de la población, han sufrido abusos por la mal llamada sociedad educada.
Quizás el desconocimiento ante las culturas, el empoderamiento de los recursos y la falsa superioridad sobre estas etnias, ha sido un factor determinante que se mantiene.
Justificar las acciones es tan aberrante como quienes las cometen, pues son solo justificaciones vacías y faltas de lógica.
El estudio de estas situaciones, por distintos grupos de activistas en su defensa, sistemáticamente demuestra que a pesar de los progresos que ciertas regiones dan en contra de la pobreza, los pueblos originarios aun con sus defensores culturales y sociales, se ven afectados de gran manera por las exclusiones económicas y sociales.
Claro que en una primera muestra de las décadas del siglo, los indígenas, mostraron en sus pueblos avances notables en cuanto aspectos sociales, de tal forma que va experimentando bajas en los niveles de pobreza.
Ahora se encuentran estos, con mejores accesos a los servicios básicos, pero, en Latinoamérica la lucha sigue lejos esta de terminar. En distintos estudios se demuestra como estos índices de pobreza, para las distintas razas indígenas bajaron en países como Perú, Bolivia, Brasil, Chile y Venezuela, mientras que en otros como Ecuador, México y Nicaragua, la distancia educativa continúa excluyendo a los niños.
Paradójicamente casi la mitad de la población indígena de Latinoamérica esta ubicada en zonas urbanas, pero estas zonas están vulnerables a la inseguridad, son así menos higiénicas y con gran disposición a los desastres, en comparación directa con las áreas residenciales no-indígenas.
Este es un tipo silencioso de abuso, en la lucha por tratar de minimizar esta vulnerabilidad con éxito y frenar el abuso, se debe tener en cuenta sus voces, las de los líderes de los pueblos indígenas abordadas desde unas perspectivas diferentes considerando su cultura e identidad.
Tomado en cuenta que la educación ha sido la punta de laza en este tema, de la lucha de los pueblos indígenas, al menos así a resultado en la última década, pero esta educación debe tener un aporte mayor. Se deben presentar la consolidación de los esfuerzos, dirigidos en un fin común, que busquen aumentar la calidad, la creación de educación bilingüe y que el nivel cultural sea apropiado.