Al igual que muchas de las enfermedades que vemos en perros o humanos, el moquillo canino es un virus. El mismo es similar al sarampión. Eso significa que los antibióticos no lo tocarán. Se desarrolló una vacuna en 1950 para su prevención, la cual es la forma más sensata de evitar esta letal dolencia. Aquí te mostramos cuáles son los síntomas del moquillo, cómo es la evolución de la enfermedad, su diagnóstico y tratamiento.
¿Qué perros son afectados y qué tan peligroso es?
Por lo general, los perros más susceptibles al moquillo canino son cachorros de entre tres y seis meses de edad. Sin embargo, los caninos adultos también pueden contraerlo. Hay muchos perros que pueden contraer la enfermedad pero muestran signos tan mínimos que pasan desapercibidos.
Este virus, a diferencia del parvovirus, no dura mucho en el medio ambiente. Puede durar algunos días en clima cálido y hasta algunas semanas en clima frío. También se mata fácilmente con desinfectante.
El contacto con el virus del moquillo canino generalmente es por partículas en el aire (estornudo del perro y muchas pequeñas gotas húmedas flotando en el aire). También puede contraerse con fluidos corporales frescos de un perro infectado (olfatear, lamer, comer orina, excremento o saliva de un perro infectado).
¿Cuáles son los síntomas del moquillo canino?
- El primer síntoma es fiebre unos días después de entrar en contacto con el virus. Pero esto puede pasar desapercibido para nosotros.
- La fiebre se rompe en unos pocos días, pero regresa en aproximadamente una semana. Esta vez viene con algunos problemas respiratorios: secreción nasal y ocular, y tos. Esto podría confundirse muy fácilmente con la tos de perrera (que es una enfermedad autolimitada similar al resfriado común en los humanos), excepto por el hecho de que la tos de perrera no causa fiebre.
- Algunos perros desarrollarán ampollas en el abdomen.
- A medida que la enfermedad progresa, comienzan los vómitos y la diarrea.
- Unas semanas después, algunos, no todos los perros exhiben síntomas neurológicos. Podría ser tan leve como contracciones musculares individuales o cosas más obvias, como un rápido movimiento de masticación en la mandíbula. También pueden presentarse movimientos repetitivos como sacudir la cabeza, además de convulsiones.
- Por otro lado, está el engrosamiento de las almohadillas de los pies (llamada enfermedad de la almohadilla dura) y el cuero de la nariz.
- En los cachorros que aún no han tenido sus dientes adultos, el virus puede matar las células que producen el esmalte y sus dientes permanentes tendrán muy poco o nada de esmalte.
- Al igual que con la mayoría de las enfermedades virales, puede causar deshidratación e infecciones bacterianas secundarias, lo que significa que el perro se ha debilitado lo suficiente como para que una bacteria que normalmente no podría hacer daño ahora pueda reproducirse.
Cronología simplificada de la enfermedad del moquillo canino
- Día 1: exposición al virus
- Día 3-8: se desarrolla fiebre
- El día 7-12 se resuelve la fiebre
- La respuesta inmunitaria del día 8-9 comienza a combatir la infección.
- Día 14-19: la fiebre regresa con tos, estornudos, secreción nasal y ocular, seguidos de síntomas neurológicos.
- Día 14-35: la muerte puede ocurrir en perros debilitados.
- Día 60-90: pueden aparecer nuevos síntomas neurológicos. El perro continúa arrojando el virus durante unos meses y luego ya no es contagioso.
¿Cómo saber si mi perro tiene moquillo?
Hay una variedad de pruebas que usan sangre, fluidos corporales u obtención de células de la vejiga urinaria para un examen. La vejiga es una buena prueba tan pronto como se nota fiebre durante los primeros 10 días y se puede revisar en el consultorio del veterinario. Otras pruebas no siempre son confiables y tu veterinario tendrá en cuenta los síntomas que exhibe tu cachorro.
Un examen más reciente es la prueba IDEXX Canine Distemper, que parece más sensible, puede ser realizada por tu veterinario. Todavía tiene sus limitaciones; los perros vacunados con MLV (vacuna viva modificada) algunas semanas antes de la prueba, pueden dar un falso positivo. También lleva unos días obtener los resultados. Si solo hay síntomas respiratorios, puede ser o no moquillo. IDEXX también tiene una prueba de “panel respiratorio” para distinguir entre la variedad de enfermedades posibles.
Solo una advertencia: no todos los perros que vomitan o tienen la nariz mojada están contagiados con moquillo canino. Sé que puede dar un poco de miedo pensar en todas las cosas que posiblemente ataquen a nuestros perros cuando creemos que este ha contraído el virus. Sin embargo, es de suma importancia mantener la paciencia y buscar ayuda profesional para tener un diagnóstico confiable.
Tratamiento para el moquillo canino
Tu veterinario puede administrar líquidos IV o subcutáneos para la deshidratación por vómitos y diarrea, medicamentos para calmar esos síntomas y anticonvulsivos para el control de las convulsiones. Como con cualquier virus, no hay cura. El perro tiene que luchar con su sistema inmunitario para eliminar el virus del cuerpo.
¿Qué puedo hacer para ayudar a mi perro que ha sido contagiado?
Si aún no has visitado al veterinario, estas son las cosas que debes tener a mano para ayudar a tu perro:
- Una arcilla antidiarreica natural para absorber toxinas.
- Electrolitos para reemplazar los líquidos perdidos con vómitos y diarrea.
- El acónito de la medicación homeopática (Aconitum Napellus, 30C Pellets). El acónito es para afecciones inflamatorias repentinas.
- Antibiótico general, antimicótico y antiviral.
- También puedes ofrecer té de jengibre para calmar el estómago.
El moquillo canino es una afección letal, por lo cual, es de suma importancia cumplir con el régimen de vacunación. Como dije anteriormente, esta enfermedad no es curable, tu amigo de cuatro patas tendrá que luchar con su sistema para acabar con el virus y su recuperación es algo impredecible. No hagas que tu perro pase por esta situación tan difícil. Algo tan sencillo como un pinchazo a tiempo puede cambiarle la vida.